miércoles, 10 de noviembre de 2010

Principales edificios de los Foros Imperiales

Los mercados:
(del latín forum, ‘plaza de mercado’ o ‘lugar al aire libre’), plaza de mercado y centro de negocios privados y públicos de la antigua Roma; la palabra foro era el término usado por los antiguos romanos para referirse al espacio grande, abierto y rectangular, en la parte central de una ciudad, un lugar público donde tenía lugar la asamblea del pueblo. En un principio era un espacio abierto, sin edificios, en el que la gente se reunía los días de mercado y en las fiestas religiosas, para las elecciones y para otros acontecimientos públicos; con el tiempo, se convirtió en el centro político donde estaban los edificios civiles y administrativos y los templos más importantes. Con frecuencia tenía arcos en ambos extremos de las calles o carreteras que lo atravesaban.En las fachadas que dan al Foro del ambas basílicas se pueden ver los puestos dónde se vendían mercancias.

Los Palacios Imperiales:
Los Palacios Imperiales de Roma Antigua]] ocupan el Palatino, que enfrenta a norte el Fórum Romano y a sur el Circus Maximus. ES un imponente complejo de edificios que expresan de modo visible el poder y riqueza de los emperadores, de Augusto y Nero la Septímio Severo eoutros. Fueron ahí construidos por la proximidad con la casa original de Rómulo, primero rey de Roma. La zona fue siendo progresivamente ocupada por la nobleza y clase alta de Roma Antigua|Romanos]] hasta que Augusto, nacido en el Palatino, ahí decidió edificar su residencia, la Domus Augustana, fijando a partir de ahí la residencia oficial de los emperadores. Para la construcción, se sabe que fue necesaria la demolición de algunas villas patrícias de la era republicana. Más tarde, surgen los palacios de Tibério (Domus Tiberiana, hoy totalmente cubierto por los Jardines Farnesianianos), de Nero, de los Flávios (Domus Flavia, la parte más monumental, construida por Domiciano), y de Septímio Severo (Domus Severiana, inicio del siglo III, recorre cerca de 20 metros del Circo Máximo, anexiona a la Termas de Septímio Severo). A finales de la era imperial, la colina ya era ocupada por un gran edificio, pelo que la expresión Palatium, que dio origen al nombre de la colina, pasó a ser usada para designar un palacio



Los arcos:
Arco, del latín arcus, es el elemento constructivo lineal de forma curvada, que salva el espacio entre dos pilares o muros. Está compuesto por piezas llamadas dovelas, y puede adoptar formas curvas diversas. Es muy útil para salvar espacios relativamente grandes con piezas pequeñas.
Estructuralmente, un arco funciona como un conjunto que transmite las cargas, ya sean propias o provenientes de otros elementos, hasta los muros o pilares que lo soportan. Por su propia morfología las dovelas están sometidas a esfuerzos de compresión, fundamentalmente, pero transmiten empujes horizontales en los puntos de apoyo, hacia el exterior, de forma que tiende a provocar la separación de éstos. Para contrarrestar estas acciones se suelen adosar otros arcos, para equilibrarlos, muros de suficiente masa en los extremos, o un sistema de arriostramiento mediante contrafuertes o arbotantes. Algunas veces se utilizan tirantes metálicos, o de madera, para sujetar las dovelas inferiores.
También se llama así a las estructuras construidas actualmente con forma arqueada, aunque sean de una sola pieza, y que, en sus apoyos, funcionan del mismo modo que los construidos con dovelas.
Una bóveda se genera mediante suma de arcos iguales, adecuadamente trabados, para obtener un elemento constructivo "superficial"; si los arcos son de medio punto la superficie será semicilíndrica.
Una cúpula se construye mediante conjunción de arcos iguales que se apoyan en una circunferencia; si los arcos son de medio punto la superficie será semiesférica.



El Coliseo:
El símbolo de todo un Imperio. Ese es el Coliseo de Roma. La muestra de todo el poder de una ciudad sobre un vasto Imperio dominado hasta los mismos límites de Oriente. El Coliseo, la admiración del mundo entero en una época gloriosa para Roma; el lugar, donde leones, cristianos, gladiadores, y juegos servían de divertimento a una sociedad ufana y sabedora de su grandeza.
Para situarnos en aquella época y rememorar tiempos de gloria, lo mejor es ir a la zona del Capitolio, al Campidoglio. Desde ese plaza, accederemos a un balcón que se asoma sobre los Foros Imperiales, el lugar donde yace todo el pasado del Imperio Romano, hoy en ruinas. Desde allí podremos divisar el Circo Máximo, el Foro Romano, el de Trajano, los Templos de Saturno y la Concordia, o el Valle del Anfiteatro con el famoso Coliseo. Desde allí, podremos perder la vista hacia años de lucha, de dominación, de fastuosidad, de grandeza, y revivir en la imaginación la sociedad que tan bien nos presentaban en películas como Gladiator.
Y de fondo, tras aquel mágico paraíso cargado de Historia, el Anfiteatro Flavio, más conocido como el Coliseo, situado entre los cerros Palatino, Celio y Esquilino. Más de 50 metros de altura; casi 188 metros de diámetro por su lado mayor y 156 por el eje menor. Aún hoy, en ruinas, impresiona su elegancia.
Su Historia
Fue mandado construir por Vespasiano en el año 72 d.C., e inaugurado por Tito en el 80 d.C., tras celebrar una serie de fastuosas ceremonias y espectáculos que duraron 100 días. Tuvieron lugar luchas a muerte de gladiadores, peleas de animales salvajes, y la entrada fue gratuita. Casi 55.000 espectadores que entraban por 80 bocanas y que los conducían por pasillos hasta las 160 bocas de donde se llegaban a los graderíos. Este formó parte de una serie de anfiteatros que se fueron construyendo y de los que aún se conservan, aparte del romano, el del El Djem en Túnez, los de Nimes y Arles en Francia o el de Verona, al norte de Italia. Entre los siglos V y VI se prohibieron las luchas de gladiadores y de animales salvajes, y es en el siglo XIII cuando el Coliseo se convierte en fortaleza. El último espectáculo del que se tiene noticia es del año 523 bajo el rey godo Teodorico. Posteriormente el Anfiteatro, convertido en fortaleza, fue abandonado, e incluso parte de sus piedras, como la de tantos otros edificios históricos de los Foros Imperiales, se utilizaron como canteras para otros edificios más modernos. Fue a finales del siglo XIX cuando se excavó la estructura bajo la arena, y retomó la importancia que hoy día tiene.

Su estructura
El interior del Coliseo tenía un ruedo central hecho de madera cubierta de arena, y bajo el que se extendía un auténtico laberinto de pasillos divididos en varios pisos, donde se encontraban las mazmorras y las jaulas de los animales. La zona de graderíos era llamada “Cávea”, dividida en tres sectores superpuestos, más un cuarto graderío de madera para los espectadores de a pie. Cada sector estaba reservado para las diferentes clases sociales. En su parte más alta, el Coliseo tiene el “Velarium”, una gran carpa que protegía a los espectadores del sol y que eran manejados por un destacamento especial de marineros de la flota de Nápoles. El “podio” es la zona donde se sentaban el emperador y los principales miembros de la sociedad romana.
Los muros exteriores están hecho de travertino, y las columnas que en ella se ven son dóricas las del primer piso, jónicas las del segundo, y corintias las del tercero. En cada una de las arcadas que se pueden ver, había una estatua representativa de emperadores y dioses.



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